La espiritualidad de las Hermanas de Santa Ana

La espiritualidad de las Hermanas de Santa Ana nació de la espiritualidad ignaciana que toma su nombre de San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas.

Es una propuesta para vivir el Evangelio de una cierta manera, como un camino que integra la fe cristiana en las elecciones que uno debe realizar a través de las alegrías y las dificultades de la vida. Es una invitación a mantener los ojos abiertos sobre el mundo tal cual es y encontrar la manera de hacerlo más justo y más humano.

Formada por esta espiritualidad, la hermana de Santa Ana se quiere una:

  • Mujer disponible a Dios que se manifiesta al mundo a través de ella…
  • Mujer dedicada a la solidaridad para hacer crecer la vida en un mundo más justo y más humano…
  • Mujer de discernimiento, a la escucha de los llamados que Dios le hace a través de las personas que ella encuentra…
  • Mujer que vive en la compañía de Jesús como las mujeres santas del Evangelio…
  • Mujer de contemplación en la acción y en la plegaria.

 

 

 

 

 

© Septiembre del 2014
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Congregación de las Hermanas de Santa Ana