Al servicio de la vida en un mundo en mutación constante

Mujeres de Evangelio, en nuestro mundo, nosotras caminamos juntas en las huellas de Jesucristo. Los llamados, los vacíos a completar solicitan nuestra implicación en la educación, en la salud, en la animación pastoral y social de diferentes medios.

CASAEducación
Desde su origen, en la misma senda de Esther Blondin, las Hermanas de Santa Ana se han consagrado a la educación por medio de la enseñanza en las escuelas parroquiales. Hoy día, aún profundamente motivadas por ese ministerio, el celo por la formación del espíritu y de la personalidad impregnan su acción en cada lugar donde ellas viven(Québec, Oeste canadiense, Estados Unidos, Haití, Chile, Camerún). Ellas trabajan en escuelas primarias o secundarias, colegios y universidades. Csoeuromo mujeres de su tiempo, ellas responden a la necesidad de educación de la fe y a la sed de espiritualidad de los niños, jóvenes y adultos. Ellas responden también a las necesidades de alfabetización de los inmigrantes e incluso de sus conciudadanos.

LucilleSalud
En el dominio de la salud, las Hermanas de Santa Ana prodigan cuidados en sus propias enfermerías comunitarias, en los dispensarios, en los hospitales y en los organismos que suplen las fallas de los sistemas hospitalarios. Animadas por la compasión de Cristo, ellas aseguran también servicios de escucha y de acompañamiento con los enfermos y los miembros de sus familias.

Animación pastoral y social
Acompañar a los jóvenes en su búsqueda de sentido a la vida, acompañar a las mujeres en sus proyectos de mejoramiento de sus condiciones de vida, acompañar a toda persona deseosa de un futuro más humano.

 

 

 

 

 

 

© Septiembre del 2006
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Congregación de las Hermanas de Santa Ana