En las filas de las marginadas

Una mujer entre las humildes... Una mujer que tomó partido por el derecho a la instrucción. ¡Una mujer de resistencia! En Esther Blondin, las mujeres de hoy reconocen a una mujer de palabra y de coherencia, capaz de expresar y de asumir sus elecciones hasta el final. Una mujer que siempre mantuvo su palabra libre ante toda autoridad, sin nunca someterse servilmente. Una mujer cuya historia vive y perdura a través de las generaciones de mujeres de Quebec comprometidas en el devenir de su sociedad. Una mujer como nosotras, descendiente de raza fuerte y de raíz fecunda.

Esther Blondin cargaba con las mismas preocupaciones de muchas mujeres y organismos comunitarios de hoy. ¿Los esfuerzos consagrados a la economía social no tuvieron eco en las instituciones proféticas de las mujeres del Siglo XIX, que con tanto coraje y audacia revelaron los desafíos sociales del Quebec de su siglo? ?

Oración

médailleEn tus meditaciones, con frecuencia has recordado a tus hijas la mística del árbol. « Cuanto más entierra sus raíces en el suelo, mayores son sus posibilidades de crecer, de erguirse en el aire, y de dar frutos. » Las mujeres de hoy viven esta espiritualidad. Creer en la semilla. Regar los brotes tiernos. Esperar, contra viento y marea, que la vida terminará por triunfar. Como tú, atentas a las necesidades de los excluidos y al igual que las mujeres de ayer, solidarias con las aspiraciones de su pueblo, las mujeres de Quebec se mantienen « de pie », dignas y creativas por el respeto de los derechos y de las libertades. Gracias a ti, Esther Blondin, y a tus compañeras del Siglo XIX, que han otorgado a las mujeres de hoy el acceso al conocimiento y que han abierto las vías del compromiso para desarrollar una sociedad más justa.

  

 

 




Acogida de la sección  
 Una congregación que remonta a 1850 • 1858 • 1886 
 Los museos de la congregación

Esther Blondin, nuestra fundadora  :
La fundadora • La olvidada  • La rehabilitada  • Una mujer comprometida  • 
•  Una profeta para su tiempo  • En la fila de las marginalizadas  •

   
 

© Septembre 2006

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Congregación de las Hermanas de Santa Ana